El ferrocarril de Linares a Almería constituye, sin duda alguna, una de las líneas ferroviarias más singulares de España. Su tardía y complicada construcción estuvo jalonada de obras de ingeniería singulares, diseñando su recorrido por espacios que en algún caso tenían una baja densidad demográfica, pero también sirvió de vía de comunicación para algunas de las ciudades más importantes del Sureste andaluz. En su momento fue bandera de reivindicación, para convertirse años después en motivo de desilusión, aunque no desprovista de un estado de permanente esperanza.
Esta muestra fotográfica, que la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería (ASAFAL) organizó durante el pasado Diciembre en la capital almeriense, nació con un carácter itinerante, pretendiendo recuperar la imagen de la historia de este ferrocarril del sur-este español y de los que participaron en ella. Sin más recurso que la propia fotografía, de profesionales o de aficionados, se quiere invitar al ciudadano a que conozca como eran aquellos primeros momentos del ferrocarril y como éste se ha ido transformando. La reflexión final gira en torno al patrimonio heredado y la situación del mismo, en muchos casos olvidado y en peligro de desaparición. En este ejercicio de Memoria y de Realidad invitamos a conocer y a comprender como ha sido el devenir de este ferrocarril en sus 110 años de historia.
La exposición realiza un recorrido temporal por el ferrocarril de Linares a Almería. Esta línea fue inaugurada en su primer tramo de Guadix a Almería el 25 de julio de 1895. Con este acto se culminaba una larga reivindicación de la provincia de Almería y de todo el Sureste Andaluz en pos de la consecución del ferrocarril, hasta ese momento inédito de la esquina más suroriental de la Península Ibérica.
La construcción de esta línea ferroviaria, una de las más tardías de la red española, tuvo que superar grandes complicaciones y dificultades. En primer lugar, la falta de capitales interesados en su construcción y posterior explotación. El segundo capítulo de los obstáculos para la realización de la línea, lo constituía la propia complejidad orográfica por el que el ferrocarril debía transitar. En tercer lugar, las previstas dificultades de explotación de la línea se confirmaron al poco tiempo de su inauguración, y el ferrocarril no podría cumplir con efectividad las expectativas de contar con un medio de comunicación moderno que sacara a esta zona de su histórico aislamiento con el interior peninsular.
En su recorrido, el visitante puede ver cómo eran los ferrocarriles de principios del siglo XIX, con escenas inéditas que nos presentan a las distintas ciudades de la zona con el enfoque ferroviario. La llegada del ferrocarril y su posterior desarrollo fue un acontecimiento de gran importancia que despertó un interés y una pasión a los que pocos sectores de la sociedad escaparon. Hitos tan importantes como el impresionante puente del Salado, en Cabra del Santo Cristo, tras cuya finalización en Marzo de 1899 se alcanzó la ansiada conexión ferroviaria. Junto al ferrocarril se construyeron edificios tan relevantes como la estación de ferrocarril de Almería, obra arquitectónica de gran valor artístico que recogía las modas de la época, aunando los nuevos materiales constructivos como el acero con las formas del estilo neomudéjar. Este eclecticismo dio como resultado una de las más bellas estaciones de ferrocarril de este país, que, sin embargo, permanece hoy en día cerrada, sin uso, y con graves deterioros estructurales que hacen peligrar una adecuada preservación.
De la historia del ferrocarril a través de la imagen que aquí se presenta se puede ver el singular hito tecnológico que supuso la construcción de la primera línea electrificada del ferrocarril de vía ancha en España. Su realización se hizo entre las estaciones almerienses de Santa Fe-Alhama y Gérgal en 1912 y de sus obras y funcionamiento nos queda una colección de instantáneas de gran belleza, en las que se entremezclan los paisajes del sureste con los novedosos tendidos eléctricos sobre la línea ferroviaria.
Al igual que en los primeros años de la explotación ferroviaria, las fotografías más recientes, de la segunda mitad del siglo XX, ya con el color como protagonista, el factor humano de los trabajadores del ferrocarril y de las personas que se acercaban a hacer uso de este medio de transporte es recogido por los objetivos de los fotógrafos, profesionales o improvisados. De todo el bagaje del patrimonio documental legado por el ferrocarril, sin duda alguna, el fotográfico se constituye en uno de los más atrayentes y sugerentes.
La muestra se completa con una serie de paneles, en los que también prima el elemento gráfico, que realizan un recorrido por la historia y el patrimonio histórico del ferrocarril. Este patrimonio no siempre recibe la atención debida y, por ello, podemos identificar numerosos elementos arquitectónicos y de material ferroviario en general que se encuentran en un estado de conservación deficiente. Su puesta en valor y la defensa de este patrimonio corresponde a todos, instituciones públicas, asociaciones y ciudadanos en general. Desde la organización de esta muestra animamos a que los responsables de estos elementos hagan una apuesta decidida por la preservación de este patrimonio.
En esta exposición, organizada en su momento por la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería, han participado muchas personas e instituciones, entre los que se encuentra la Asociación Cultural Arturo Cerdá y Rico, que ha aportado a la muestra varias instantáneas de los comienzos de la línea férrea. Una vez que los almerienses hayan disfrutado de esta interesantísima exposición, es el turno de los habitantes de Sierra Mágina, una comarca estrechamente unida a este ferrocarril, último hito en la construcción de éste. Esperamos que todos los ciudadanos que se acerquen a esta muestra queden satisfechos y orgullosos, como nosotros lo estamos, de la historia de nuestro ferrocarril.