La música y el compromiso con la preservación patrimonial congregaron a casi un centenar de personas en la casa de Cerdá y Rico durante un concierto con el que Acacyr inauguró su participación y modesta contribución a la importante actividad cultural que el emblemático edificio viene albergando desde su inauguración.
Desde la asociación Cerdá y Rico siempre hemos apostado por la salvaguarda patrimonial, es lo menos que se puede pedir a una asociación cultural, pero además somos conscientes de la necesaria sensibilización de la sociedad, porque, aparte de los valores urbanísticos, son varios los edificios de Cabra del Santo Cristo declarados Bien de Interés Cultural,destacando la parroquia-santuario como uno de los templos barrocos más hermosos de la comarca cuyo patrimonio mueble necesitaba de una urgente intervención. La reciente restauración del retablo mayor y la posterior del retablo de Santa Ana han significado un importante esfuerzo colectivo cuyos frutos ya son apreciables, por eso hemos querido contribuir con este acto que si algo ha puesto de manifiesto es que una vez más la sociedad cabrileña ha estado a la altura de las circunstancias, abarrotando el local y demostrando que un pueblo culto es aquel que se preocupa por su patrimonio respondiendo a convocatorias como ésta. Tanto es así que un buen número de personas se quedaron sin poder entrar, hecho que lamentamos profundamente y que valoramos a la hora de elegir el local, pero también queríamos que la música volviera a inundar esta casa que desde hace más de cien años viene albergando reuniones de amantes de la música, testimonio de las cuales queda manifiesto en la obra fotográfica de Cerdá. Un aspecto simbólico pero muy importante para nosotros.
La altruista contribución de los componentes del dúo de cuerda invitado también merece destacarse en esta crónica, por eso queremos agradecer muy efusivamente a Pilar Cervera y a Pablo Pérez su compromiso y resaltar el maravilloso repertorio y magistral interpretación de estos dos jóvenes músicos granadinos que, en ese espacio de perfecta acústica nos deleitaron durante una hora en la que siempre se mantuvo una mágica atmósfera e implicación entre público e intérpretes. Satisfechos con el resultado, trabajamos desde ya para próximas convocatorias a la espera de que nuestro compromiso con la cultura local se vea correspondido con respuestas como la de ésta ocasión.