El pasado 23 de diciembre se presentó el número 13 de Contraluz durante un acto celebrado en la casa- museo de Cerdá y Rico en el que también se inauguró la exposición “Sierra Mágina: los ríos de la memoria” de Mario Pereda. Juan Guidú (alcalde de Cabra) y Miriam Quesada (concejal de cultura) apoyaron con su presencia esta iniciativa a la que asistieron algunos socios de la Asociación Cerdá y Rico y público en general.
Los contenidos de este número los abre Enrique Cerdá Vera, quien nos envía un sentido homenaje en forma de relato del día en que se conmemoró el centenario del fallecimiento de su bisabuelo. Por su parte, Fernando Ventajas Dote se basa en varias fotos de Cerdá y en prensa de la época para ofrecernos un detallado trabajo que nos da a conocer reveladores datos acerca de las importantes reformas llevadas a cabo durante los primeros años del pasado siglo en el balneario de Zújar. Julio Cerdá ahonda en los autores que incluyen obras en la colección Cerdá y Rico, algo que pone a las claras que este legado fotográfico que custodia Acacyr está a la altura de otras importantes fototecas del ámbito nacional. Uno de los dibujos de la solería de la casa de Cerdá centra la atención de Miguel Ángel Rodríguez Tirado, quien busca similitudes, lo mismo en conocidos monumentos que en escenas cinematográficas. Esta sección finaliza con la colaboración de Ramón López, que en este caso gira en torno a la obra sevillana de Arturo Cerdá y a la influencia que esta ciudad le ejerció, materializada en la entonces incipiente arquitectura regionalista.
Francisco José Sánchez Montalbán no podía faltar y en esta ocasión nos trae un trabajo que tiene como objetivo recorrer una panorámica abierta, aunque siempre incompleta, de la creación fotográfica española a partir del encuentro directo y de conversaciones con fotógrafos españoles, con el objeto de descubrir las vicisitudes y avatares de sus nuevos lenguajes y estéticas. Mientras que Manuel Jesús Pineda nos envía un trabajo que aúna fotografía, literatura y filosofía, conformando con esta atractiva simbiosis un relato que nos ayudará a interpretar la fotografía, tal y como él la entiende. Otro de los objetivos de nuestra publicación es contribuir a la difusión de los valores de Sierra Mágina a través de la fotografía y una vez más nuestras expectativas se cumplen con creces. El trabajo de Mario Pereda Berga es un derroche de buen hacer que contribuye sobremanera a la proyección de nuestra comarca y de nuestra publicación. Finaliza esta sección con el catálogo del XII certamen Cerdá y Rico de fotografía, que se consolida como uno de los más importantes del panorama fotográfico nacional.
La sección de humanidades la abre Andrés Nicás Moreno, el autor de la memoria del expediente recientemente aprobado por el que se han oficializado los símbolos institucionales de Cabra del Santo Cristo, quien a través de una concienzuda investigación justifica y explica la adopción de los nuevos diseños del escudo y bandera municipales. Como viene siendo habitual, Contraluz publica un artículo relacionado con el Cristo de Burgos, algo que ya caracteriza a esta como la publicación de referencia para este asunto, de manera que en esta ocasión es Carlos Rodríguez Morales quien trata sobre esta advocación en las Islas Canarias. El Catastro de Ensenada es una fuente inagotable de datos que en esta ocasión le ha servido a Aurelio Cebrián Abellán para “diseccionar” aquella sociedad cabrileña de mediados del XVIII. Para terminar esta sección, Miguel Ángel López Muñoz nos trae un interesante trabajo sobre la historia de la banda de música de Cabra del Santo Cristo y la figura de Manuel Pelegrin Insa, quien fuera su director durante varias décadas del pasado siglo.
La sección relacionada con el medio ambiente trata sobre el proyecto de la asociación Granada Jacobea de abrir una nueva ruta que une Granada con Santiago. Un breve artículo de Francisco Sánchez Rosell sobre el Camino Real de San Juan de La Cruz, un histórico camino de peregrinaje que partiendo desde la capital de la Alhambra se dirige a Compostela pasando por lugares tan emblemáticos como Úbeda, Toledo y Ávila, que incluye otros dos ramales. El primero, procedente de Almería y Guadix conecta en Cabra del Santo Cristo, y el segundo, que conecta en Úbeda, procede de Jaén y Baeza.
Para finalizar publicamos el relato ganador del accésit “Paisajes en sepia 2020” del certamen de relatos cortos “Paisajes del Silencio” sobre la tierra vacía. Un certamen literario convocado por el grupo iMagina para el desarrollo de la creatividad y el talento que cuenta con un accésit para relatos basados en una fotografía de Arturo Cerdá y Rico. Volvemos de esta manera a promocionar la actividad literaria inspirada en estos territorios, en sus paisajes y sus gentes a través de las fotografías de uno de sus máximos valores culturales.
Este número trece de Contraluz vuelve a ser el fruto de las inquietudes y del esfuerzo de un buen número de colaboradores y de la constancia de su Consejo de Redacción. Estas nobles iniciativas merecen el elogio y hasta provocan la admiración de tantos como esperan ansiosos cada nuevo número. Esa clientela es la otra pata indispensable de esta publicación. A todos, nuestro más profundo agradecimiento.